Didácticas para el Siglo XXI

¿Hay Nueva escuela mexicana?

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  • #3253
    René Montero Montano
    Participante

    ¡Menuda madeja nos dejan para explorar en cómo entrarle al Plan de Estudios de Educación Básica 2022! … Como collage de enunciados contiene diversos trazos que entusiasman, pero al ir a fondo, nuevamente quedan ausentes los actores clave… como ven?

    #3335
    Emilio Tamez
    Participante

    El Plan es que no hay, no existe Plan; ha estado dislocado de la continuidad y referente identitario de la Cultura…me encuentro muy distante del problema del “Plan Básico” como tal siendo que no soy ni padre de familia ni educador en el sentido estricto del término, y no padezco de tal alergeno integral des-formativo directamente, sin embargo crecí y “mamé” de la misma fuente. Así mismo cuando trabajo con estudiantes (y colegas!) en mi rubro, puedo identificar las secuelas de una “educación” que siempre ha carecido del acercamiento identitario y continuidad del referente cultural para con las necesidades del sentir, pensar, asociar, concebir, soñar, imaginar, inventar, disfrutar, de lo que en gran medida “nos queda de mexicanidad”…cuando observo los debates en torno a las reformas y planes (que en verdad lo hago por disciplina, curiosidad y hasta morbo, y cuando cuento con más paciencia lo hago por mero placer de tortura espiritual), me pregunto sinceramente sobre un vacío a veces hasta ajeno pero que duele, a qué planes y sobre que direccionamientos de planeación se plantean. La Cultura se mueve como puede por clases y rubros, instituciones y no instituciones, libre-educadores y no tan libres; pensadores, libre pensadores y no pensadores; así como sobre vive, si es que es vivir lo que hace, como si fuera(mos) especies salvajes o desconocidas a las que se les necesita y solicita decir exactamente lo que tienen y cómo tienen que hacer, pensar, sentir, intuir, soñar, imaginar.  … ….. ….. en ciertos momentos, conversando o debatiendo, o siquiera tratando de encontrar un camino entre los diversos caminos posibles alrededor de postulaciones formativas bien cimentadas sobre las realidades particulares de las correspondientes culturas a las que pertenecen y de donde surgieron (véase Steiner, Montesori, Piaget, Naranjo, Rothko, Freire, Kandinsky, mas reciente Harari o en niveles superiores Bredoti, entre otros que ahora no me vienen sus ideas ni nombres a la memoria); nos topamos Mexicanos con la anomalía generalizada y reiterativa del saber sin hacer (y vice versa), del conocer sin experimentar, de la práctica de una sabiduría media vacía de dogmas prestados como modas foráneos en donde el lenguaje y los sub-lenguajes derivativos se revisten de un camuflaje apropiado de la cultura ajena de la cual se sabe poco o nada y la imponemos a marcha militar sobre la propiedad ajena; así como hablamos la lengua extranjera o pensamos que la hablamos y que pensamos en dichas lenguas, que podemos pensar y soñar como en dichas lenguas y con las imágenes de otros desconocidos; aplicando las reglas sintácticas de formas naturales que nos resultan a-naturales por carecer del contexto experimentable y vivible donde las mismas crecen, evolucionan, envejecen y mueren; pero que las asumimos como propias (porque nos las “enseñaron”) y nos damos a la rara cualidad de comportamiento del “educar”, y mucho de todo esto implica que hablamos el dialecto muerto ya de una cultura o varias, que no pertenece más a nuestro tiempo.

    Los actores clave, si los hay, son en todo caso  los formadores (educandos) que tomen la iniciativa de erradicar o reformar y replantear los factores “patógenos alergenos” que cohabitan dentro de la naturaleza misma de la cultura, la cual desafortunadamente está bastante disociada de la realidad de sus raíces, formas, referentes, economías, políticas, religión, vida y práctica espiritual; a dónde vamos? ya nadie sabe de por cierto, solo vamos… es un camino oscuro para ciegos que poco han desarrollado la escucha, la intuición y la certeza de quien “soy” y “a donde voy”. Y pienso que en estos momentos de la historia es aún más complejo ya que la información global está al alcance de todos, todas y todes; más no el conocimiento de sí mismo en la información que se tiene al alcance ni mucho menos la experiencia del porqué dicha información existe, ya que poco o nada se vive en carne propia. Todo se traduce en datos de comportamiento y condiciones tan básicas que solo los nuevos gurús y filósofos en las redes pareciera que pueden proporcionar o ejercer un cierto grado o nivel de “salvación” cuasi placebo, ante los problemas generalizados por los que caminamos conjuntamente. Bien por ellos y ellas que saben lucrar de tal charlatanería, per es resultado de que el plan educativo jamás conserva la vida histórica de la Historia y por tanto no existe memoria de la cultura.

    Quizá, un “plan” directo sería desmembrar y desmenuzar el Plan, que supongo algo verdaderamente creativo y productivo debe tener (así como diabólico) ya que se permanece y se repite una y otra vez sobre los mismos principios “sin fondo” que poco o nada han ejercido positivamente sobre el pathos de la cultura como tal “Maxicana”, pero sigue ahí!

    Que por cierto, de acuerdo a como puedo diagnosticar con la última oleada de la generación Z y los Alfa (que son la mayoría de mis aprendices), ahora en sus primeros pasos hacia lo que sea que les corresponderá como “adultez” en un mundo bastante deshidratado y tóxico (en el sentido de “toxicidad” del Dr. Gabor o la Dra. Apigian), le han empezado a dar la vuelta a cualquier “plan” con el que se les trata de vacunar; lo cual, por lo menos en mi rubro, es bastante prometedor y me permite mantener vivo el entusiasmo para actualizar constantemente “mi plan” o “algún plan”, una “vacuna”.

    Saludos!

    Milo

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